Suplementación ¿necesaria?
¿Podemos obtener suficientes nutrientes a partir de los alimentos? ¿Es necesario suplementarse?
Para responder a estas cuestiones, antes debes saber que la densidad nutricional de los alimentos que consumimos hoy en día, no es la misma que la de antes.
Esto es, la cantidad de vitaminas, minerales y macronutrientes de los alimentos que solemos consumir en nuestro día a día, es inferior que años atrás, por lo tanto, se nos complica mucho llegar a la IDR (ingesta diaria recomendada) de cada nutriente necesario para mantener un buen estado de salud.
Esta pérdida de la densidad nutricional de nuestros alimentos es el resultado de diversos factores:
1. Se estima que el 95% de los alimentos que consumimos se producen directa o indirectamente en nuestros suelos. Los suelos son la base de la agricultura. Un suelo sano producirá un cultivo sano, el cual alimentará a animales y personas. Por lo tanto, la calidad de los suelos está directamente relacionada con la calidad y cantidad de los alimentos.
2. La agricultura intensiva y la deforestación están ocasionado un agotamiento de los suelos, poniendo en peligro su capacidad productiva. Estos suelos erosionados ven reducido su rendimiento agrícola y, por lo tanto, los productos obtenidos serán de menor calidad y obtendremos menos nutrientes al consumirlos.
3. El consumo de frutas y verduras fuera de su temporada natural, verá afectada su calidad nutricional y organoléptica, ya que probablemente hayan sido cultivadas en condiciones artificiales (empleando luz artificial, fertilizantes y otros productos químicos).
4. El consumo de animales que han sido alimentados a base de piensos y que han permanecido prácticamente inmóviles a lo largo de su vida, hace que la calidad nutricional de estos alimentos sea mucho peor, en detrimento de nuestra salud.
¿Y qué podemos hacer nosotras ante tal panorama?
Tranquila, que no está todo perdido.
En la práctica, lo que puedes hacer para tener una alimentación de mayor calidad y con un mayor aporte de nutrientes esenciales, es llevar a cabo una serie de estrategias que te resumo a continuación:
1. Consume frutas y verduras de temporada, y si pueden ser de proximidad y ecológicas, mucho mejor.
2. Elige huevos de gallinas ecológicas.
3. Consume carnes de animales criados en libertad y alimentados a base de forraje. Suelen ser carnes ecológicas y de pastoreo.
4. Evita consumir productos ultra procesados. Cuanto más natural, mejor.
5. Regula el consumo de alimentos ricos en antinutrientes, esto es, aquellos elementos que interfieren en la digestión, absorción o actividad de algunos nutrientes. Algunos ejemplos de estos alimentos son los cereales, las legumbres y los frutos secos.
Además de estas recomendaciones, que serían aplicables para la población general, hay situaciones específicas en las que la IDR (ingesta diaria recomendada) de ciertos nutrientes es mayor que en situaciones de normalidad.
Por ejemplo, hay mayor necesidad de nutrientes específicos en caso de embarazo y lactancia, menopausia, patología autoinmune, deportistas, dietas veganas-vegetarianas, patología intestinal, afectación tiroidea, enfermedades inflamatorias, disbiosis intestinal, toma de ciertos fármacos y un gran etcétera.
Si bien es cierto que existen una serie de suplementos que sería de recomendación básica para la población general, es necesario individualizar cada caso y valorar la necesidad de suplementación en cada situación particular, siempre bajo la supervisión de un profesional de la salud.
Por lo tanto, ¿debo suplementarme?
Depende. Sería necesario valorar tu caso en particular y siempre bajo la mirada de un experto. La suplementación indiscriminada no es una práctica aconsejable.